Desaparecer IEEPO a tiempo

Carlos R. Aguilar Jiménez.


Obviamente no me refiero a desaparecer el IEEPO como institución del estado dedicada a procurar la educación pública y validar los estudios académicos que imparten las escuelas en Oaxaca con aval de la SEP, sino a desaparecer físicamente el edificio, las instalaciones que ocupaban sus oficinas y donde se han hecho costumbre  la instalación de bloqueos y barricadas de grupos de resentidos sociales y mal vivientes que con cualquier pretexto obstaculizan la circulación de vehículos.

Es probable que el adulto mayor en campaña política sea el próximo presidente de México, y si así fuera, cuando asuma el cargo como ha prometido al magisterio y a sus seguidores, anulará la Reforma Educativa regresando a los tiempos de antes, (porque para todo anciano los tiempos pasados fueron mejores) y así volvería el IEEPO a ser controlado por la Gestapo 22 del magisterio, regresando al edificio en cuestión todas las malas artes magisteriales y sindicales: corrupción, venta de plazas, negocios con el escalafón, nepotismo, indolencia, ineptitud, torpeza, analfabetismo funcional, acoso y resentimiento social, que se traduce en perjuicio total para los niños pobres que no tienen opción de asistirá a escuelas privadas, así que aún está a tiempo el gobierno del estado como propietario del inmueble de desaparecerlo, donarlo al ejército para que amplíe sus instalaciones castrenses, (ya que no dejaron los aldeanos de Mitla se construyeran en ese municipio la zona militar) y desapareciendo físicamente las instalaciones del IEEPO o reubicándolas en algún lugar donde aunque lo secuestren o bloqueen sus accesos no perjudiquen a miles de personas que circulan por la zona, donde y desde que en ese lugar no funciona el IEEPO la circulación es ágil, la seguridad mayor y el paisaje más limpio, porque cuando funcionaba en esa zona el rumbo estaba plagado de vendedores ambulantes, piratería, narcomenudeo, bares y prostíbulos donde eran clientes alegres los profes de la secta 22 y quienes dizque trabajaban en el edificio, que gracias a que está cerrado hoy es en una zona relativamente segura y hasta familiar debido a la quiebra de cientos de cantinas y burdeles antes repletas de profes combativos y al cierre de casetas de comida infecciosa, copiadoras, mototaxis y todo tipo de lacras.

Todavía hay tiempo de desaparecer el IEEPO porque la revocación de la Reforma Educativa prometida puede dilatar meses luego que el candidato anciano asuma la presidencia, así que si el gobierno del estado no lo desaparece, lo dona al ejército, convierte el lugar en jardín público o incluso lo vende, los profes de la gestapo 22 volverán a su madriguera, su ratonera, regresando a  esa zona lo pedestre y ruin, actualmente ausente desde que el IEEPO se dispersó por toda la ciudad convirtiéndose inofensivo, pero no seguirá así si no aprovechamos la oportunidad, antes que regresen los viejos tiempos

Control del IEEPO: la próxima batalla entre la S-22 y el gobierno de Oaxaca

En varias ocasiones, la Asamblea Estatal de la Sección 22 del SNTE ha establecido en sus resolutivos exigir “la salida” de Germán Cervantes Ayala de la Dirección General del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, así como la negativa a reconocer su autoridad en cualquier mesa de trabajo. Dicho resolutivo es un indicio claro de la batalla que ahora intentará librar el magisterio contra el gobierno, en el marco de la elección presidencial de 2018: Poner como moneda de cambio la dirección del IEEPO, a cambio de la paz de Oaxaca.

En efecto, en Asamblea Estatal de la Sección 22 realizada este fin de semana, se estableció claramente la exigencia de la renuncia de Cervantes Ayala de la dirección general del IEEPO. Esto ocurre luego de una serie de rounds de sombra que se han librado a lo largo de los últimos meses, entre el magisterio y el gobierno, por el control administrativo de la educación básica y media básica en la entidad. En el fondo, hay varios grupos interesados en expulsar de la entidad no sólo a Cervantes Ayala —él parece lo de menos— sino a todo el grupo orgánico de la SEP, que desde finales de la administración estatal anterior asumió el control del IEEPO.

En esa lógica, habría que entender que Germán Cervantes Ayala fue uno de los enviados de la Secretaría de Educación Pública desde el momento en el que el gobierno federal acordó con la administración del entonces gobernador Gabino Cué Monteagudo, la expropiación del IEEPO a la Sección 22. Por eso, Cervantes arribó a Oaxaca prácticamente desde que se emitió el Decreto del Ejecutivo —el 21 de julio de 2015— que extinguía el IEEPO bajo el control orgánico magisterial, y daba paso a un “Nuevo IEEPO” con el control exclusivo de la autoridad estatal.

En aquellos momentos, junto con Cervantes llegó a la entidad un grupo de funcionarios de la SEP, que tendrían como objetivo retomar las funciones que hasta entonces habían realizado funcionarios designados por la Sección 22, en la estructura administrativa del IEEPO. Dentro de ese grupo estaba, por ejemplo, la actual coordinadora de nivel preescolar, Gabriela Santoscoy.

Todos seguían bajo el mando de Moisés Robles Cruz, funcionario nombrado por el gobernador Cué al frente del IEEPO, y ratificado luego del decreto de refundación del IEEPO. No obstante, antes del cierre de la administración —y como un acto preparativo a la transmisión de poderes en Oaxaca— hubo un acuerdo entre el Titular de la SEP y el entonces Gobernador, para generar una dirección de transición en el IEEPO. Por eso, Robles fue llamado a integrarse a la SEP y en su lugar fue nombrado Cervantes Ayala, como un funcionario neutro a los grupos que se transmitirían el poder público en la entidad, y que sobre todo representaba la garantía de que independientemente del cambio de poderes en Oaxaca continuaría la implementación de la reforma educativa.

Por eso Germán Cervantes no fue removido ante el cambio de administración, en diciembre del año pasado, pero sí hubo una reestructuración importante —y hasta natural— en las demás posiciones administrativas del IEEPO por el nuevo grupo gobernante. Hasta ahí, parecía que todos habían logrado convivir civilizadamente, hasta que hace algunos meses se dejaron ver los primeros visos del agotamiento de ese acuerdo inicial —en el que, disimuladamente, también participó la Sección 22— y por eso comenzó el golpeteo libre en contra de algunas de las posiciones emocionalmente relevantes para ese grupo que ni es de Oaxaca, ni pertenece al gobierno estatal, ni le es cómodo a la Sección 22 por su afán de implementación de la reforma educativa.

GUERRA DE BAJA INTENSIDAD

Todo eso explica, por ejemplo, por qué la Sección 22 enfiló sus baterías, desde hace varios meses, en contra de Gabriela Santoscoy. Ella, que no ha sido una funcionaria moderada ni prudente, comenzó a ser torpedeada por el magisterio oaxaqueño acusándola de prepotencia y malos tratos a los trabajadores.

Sin entrar en la veracidad o mentira de las acusaciones —parecen, de hecho, ciertas—, lo cierto es que ella no es ni la primera ni la única funcionaria del IEEPO que tiene una conducta polémica y, quizá, hasta indebida. Sin embargo, en realidad la virulencia con la que ha actuado la Sección 22 en su contra —bloquearle sus oficinas, secuestrar por varios días a varios de sus trabajadores, y desconocerla por completo— radica en dos cuestiones:

Primera, que es una de las funcionarias de la SEP enviada al IEEPO para tratar de desmantelar la estructura sindical que controlaba todas las funciones administrativas en el instituto; y segunda, porque Santoscoy sostiene una relación sentimental con el Director General del IEEPO —cuestión que no debiera tener ninguna trascendencia en el espacio público, si no fuera porque ese ha sido un factor que ha incidido en la medición de fuerzas entre grupos políticos. Por eso, al tratar de conseguir su destitución, la Sección 22 intenta no sólo hacer escarmentar a una funcionaria, sino sobre todo dar una demostración de fuerza contra la SEP, y en lo personal contra el Director General del IEEPO.

En todo eso, lo que queda claro es que la Sección 22 está intentando generar un escenario en el que de verdad pueda establecer como una moneda de cambio el tema del IEEPO. El magisterio ha contado, en los últimos meses, con el apoyo de algunos de los grupos que confluyen al interior de la administración estatal. Saben todos que la relación política más compleja y delicada que tiene el gobierno de Oaxaca en la actualidad, por mucho, es con la Sección 22. Y saben que en realidad habrá mucho más de fondo en esa relación que las intrigas actuales que algunos de ellos sostienen con los funcionarios enviados desde la SEP.

En eso se entrelaza la política nacional: la indefinición sobre el destino de la candidatura presidencial —que en uno de sus escenarios puede tener al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, como el destinatario— hace a sus funcionarios en el IEEPO un blanco importante que debiera ser acotado, eliminado o neutralizado. Si Nuño llegara a ser candidato presidencial, Oaxaca sería el estandarte de sus acciones como titular de la SEP; pero eso mismo constituiría la base para unir y polarizar a la llamada “cuenca del descontento” del sureste del país que encabeza el magisterio junto con organizaciones sociales radicales de izquierda.

FACTOR DE NEGOCIACIÓN

Por eso no deja de ser importante la definición sobre el IEEPO. En el último de los casos, la 22 buscará establecer la salida de Cervantes Ayala como una condición de negociación para el complejo escenario de 2018. Podría ser, incluso, una condición para mantener la civilidad durante la primera mitad del siguiente año, para luego buscar un director afín. Este último es un escenario cercano y posible que vale la pena no perder de vista.

¿El gabinete está preparado para afrontar la próxima crisis magisterial?

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+ Conflicto educativo resalta en agenda de la gobernabilidad para Oaxaca


La Secretaría de Educación Pública, y el IEEPO, lograron encauzar una de las principales demandas de la Sección 22, pero ahora debe ser tarea del gobierno estatal conseguir que ese avance se consolide en la agenda de la gobernabilidad. Ello pasa no sólo por la capacidad de seguir dando respuesta a las demandas magisteriales, sino también de incidir en el rumbo que tome el movimiento permanente de la Sección 22 en Oaxaca.

En efecto, aunque se ha entendido poco la dimensión del acuerdo tomado el 2 de diciembre entre el gobernador Alejandro Murat e integrantes del Comité Ejecutivo de la Sección 22, este fue un paso muy trascendente en el cumplimiento de la agenda de demandas del magisterio ya no al gobierno de Oaxaca, sino a la SEP y de cara a la implementación de la reforma educativa. ¿Por qué?

Porque lo que hicieron tanto la SEP como el IEEPO y la Sección 22, fue avalar un acuerdo que tiene un costo anual superior a los mil 200 millones de pesos. Eso es lo que cuesta la regularización de las más de cuatro mil plazas docentes y administrativas que demandaba la Sección 22, y por eso este acuerdo era también muy importante para la dirigencia magisterial que aún encabeza Rubén Núñez Ginez. Es, de hecho, es más grande acuerdo que se ha alcanzado desde que se rompió el diálogo previo a los comicios federales de 2015, cuando Gobernación dio por concluidas las negociaciones de orden político con el magisterio oaxaqueño, y canalizó todas las demandas a la autoridad administrativa en la Secretaría de Educación Pública.

En este sentido, para la SEP y el IEEPO era muy importante avanzar en esta negociación, así tuviera que generar cuatro mil plazas más con cargo al presupuesto educativo federal, y permitir que éstas fueran un logro político de la Sección 22, y no del gobierno de Oaxaca. Esa importancia radicó siempre en el hecho de que asegurar esas plazas significaba, primero, desactivar la principal demanda magisterial de los últimos años; y, segundo, afianzar la realización de los procesos de evaluación, a los que quedarán supeditadas esas nuevas plazas ya regularizadas.

De hecho, si se revisa el pliego de demandas de la Sección 22 en el último año, la regularización de esas más de cuatro mil plazas era la que estaba a la cabeza, de entre todo lo que sí podía ser alcanzable. Es decir, que al margen de las demandas políticas (como la abrogación de la reforma educativa, la libertad de los presos políticos y algunas otras), la exigencia de la regularización de dichos trabajadores es para la 22 oxígeno puro en su necesidad de demostrar que sigue teniendo capacidad para avanzar en sus demandas sustantivas, como las salariales y de condiciones de trabajo de sus agremiados.

Para el IEEPO y la SEP, avanzar en esa negociación era también importante porque lo que han buscado es la implementación gradual de la reforma educativa, y el establecimiento de una relación más civilizada con las secciones integrantes de la Coordinadora. En esencia, eso es lo que explica por qué el acuerdo del 2 de diciembre fue tan trascendente, por qué lo llevó de inmediato la dirigencia a su Asamblea Estatal; y por qué, aunque la propuesta haya sido inicialmente rechazada por la Plenaria del magisterio oaxaqueño, de todos modos sí es un avance que ahora debe también impactar en la gobernabilidad de Oaxaca.

AVANCES GRADUALES

Una de las cuestiones que está en medio del juego de palabras que decidieron ocupar tanto la dirigencia magisterial, como los representantes del Gobierno del Estado y de la SEP para la firma de la minuta del 2 de diciembre, es que la regularización de esas plazas no está sujeta a la aprobación de la Asamblea Estatal de la Sección 22, y que ello tampoco pasa el condicionamiento de la evaluación docente tanto para los regularizados, como para los demás trabajadores de la educación que están en proceso de ser evaluados. Fue así, porque todos quisieron bordear los términos concretos justamente para que los vacíos dieran pie a la posibilidad de arreglos en el mediano plazo.

¿De qué hablamos? De que inicialmente, la Asamblea de la Sección 22 rechazó el contenido del acuerdo, y reiteró que eso no los condiciona a la aceptación de la evaluación. Sin embargo, lo que se espera en el mediano plazo es que haya una aceptación paulatina por la magnitud del acuerdo y la posibilidad de poder agenciarse políticamente el padrinazgo de esa conquista para cuatro mil nuevos trabajadores que recibirán una plaza de trabajo.

INTERROGANTES

En todo eso, el reto ahora será del gabinete estatal que deberá procesar la parte política para que ese costo económico se traduzca en una mejor gobernabilidad. Así, en el entendido que el IEEPO ahora depende de la autoridad federal, la interrogante recae sobre quién será el encargado, a nivel del gobierno estatal, de entablar interlocución política con la Sección 22.

Hasta ahora —y así lo hemos remarcado— no parece haber nadie con la ascendencia y la capacidad de interlocución que se necesita ante una situación como ésta. El propio Secretario General de Gobierno se nota ajeno a la problemática, porque este ya no es un tema de influenciar a facciones magisteriales sino de generar certidumbre política a partir de ese acuerdo. Ese es el reto en el corto y mediano plazo. Si no, terminará ocurriendo que, como en otras ocasiones, le habrían obsequiado a la 22, un costoso acuerdo a cambio de nada.

Núñez Ginez sí puede obtener su libertad en cualquier momento

NuñezSale

+ Sólo enfrenta delitos menores; darán “forma legal” a su salida


De acuerdo con Jerónimo Martínez Ambrosio, uno de los representantes del equipo jurídico de la Sección 22 del SNTE, la Coordinadora “espera” que el dirigente magisterial Rubén Núñez Ginez consiga su libertad bajo caución en los días siguientes. Esto sí es posible gracias a que —según ha informado la prensa— el Dirigente magisterial de Oaxaca sólo enfrenta cargos menores al haber obtenido ya su libertad por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita. Sólo estarían cubriendo las formas legales para formalizar el acuerdo político tomado con el gobierno federal, para la liberación de Núñez Ginez.

En efecto, según la Agencia Quadratín Oaxaca, que entrevistó a Martínez Ambrosio durante la manifestación de maestros en las oficinas de pagaduría del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), dijo que se encuentran realizando el desahogo de las diligencias para obtener la libertad del líder de la Sección 22 y otros maestros detenidos. “Esperemos que se desahogue ya en un máximo de dos o tres días, y que los juzgados tampoco tengan la actitud de seguir dilatando el proceso”, señaló.

Pues resulta que durante el fin de semana, el gobierno federal informó que dos integrantes más del Comité Ejecutivo Seccional del magisterio oaxaqueño, habían obtenido su libertad. De entre ellos, destacaba la liberación de Aciel Sibaja Mendoza, secretario de Finanzas de la Sección 22, a quien en abril pasado el gobierno federal aprehendió al acusarlo de realizar —igual que Núñez Ginez— operaciones con recursos de procedencia ilícita. Así, si Sibaja logró obtener su libertad por un delito en el que supuestamente coparticipaba con Núñez Ginez, lo lógico es suponer que el destino de éste último sea más o menos el mismo que el del primero.

¿De qué acusaban a Sibaja y, por ende, a Núñez Ginez? De acuerdo con un análisis interno del gobierno estatal, se pudo establecer que luego de una detallada investigación de la Procuraduría Fiscal de la Federación y de la Unidad de  Inteligencia Financiera, permitió detectar que desde 2012 hasta mediados de 2015 —es decir, el período en que Rubén Núñez Ginez ha sido Secretario General de la Sección 22—, al amparo de diversos convenios suscritos indebidamente por dicha Sección sindical con las empresas ETESA, S.A de C.V., VASA Holding, S.A. de C.V. y Administradora de Negocios Monte Albán, S.A de C.V., entre otras, así como de personas físicas como el señor Octavio Arturo Quintano Cassani, éstas entregaban, de manera directa o indirecta, una comisión del 3.5% quincenal calculada sobre la cobranza de la quincena respectiva, a la propia sección sindical por las ventas y/o servicios que hacían a sus agremiados, a los cuáles, a su vez, se les descontaba el pago de los bienes, productos o servicios adquiridos vía la nómina que se manejaba cuando la sección aún controlaba el IEPPO.

Así pues, en  tan  solo una  de  esas  cuentas del  sindicato, la  número 65503473683  en  Banco  Santander  cuya  denominación  es  “Sección  22 Oaxaca Empresas” y  su  titular el Rubén Núñez, entre otros,  se recibieron 187 depósitos de varias empresas por 31 millones 967 mil pesos, los cuales fueron retirados mediante 116 operaciones por un monto de 31 millones 672 mil pesos; esta cantidad, a su vez, fue dispersada hacia otras cuentas de la propia Sección 22 y finalmente distribuidos mediante pagos de cheques en efectivo o transferencias.

PRUEBAS DESTRUIDAS

Dice el documento citado que en otra cuenta contratada bajo la denominación “Sección 22 Oaxaca CAPP” en el mismo banco y terminación 942, y cuyos titulares son Rubén Núñez Ginez y Claudio Felipe Mendoza García, se recibieron 52 operaciones de depósito por 45 millones 290 mil pesos, y se realizaron, con el mismo mecanismo, 3 mil 841 operaciones de retiro por una cantidad equivalente. En una tercera cuenta también en Santander, a nombre de “Sección 22 Oaxaca Finanzas” y cuyos titulares son Núñez y Sibaja, con número 65500169635, se observaron 70 operaciones de depósito por 8 millones 143 mil pesos, y 659 operaciones de retiros por 8 millones 223 mil pesos.

¿Qué significa la libertad de Sibaja, frente a estas acusaciones? Una de dos: que, o tiene a un abogado mejor que el de Elba Esther Gordillo —que desde 2013 se encuentra en prisión, acusada del mismo delito, y que a pesar de haber intentado varias estrategias de defensa legal, sigue en prisión por tiempo indefinido—; o que en realidad todo esto es parte —evidente— de una negociación entre la Sección 22 del SNTE y la Secretaría de Gobernación, para destruir políticamente las acusaciones que se presentaron ante un juez para librar las órdenes de aprehensión respectivas.

En ese panorama, Núñez puede recobrar su libertad en cualquier momento —algo que ya se veía venir desde su traslado a un reclusorio en Oaxaca— porque los delitos por los que sigue en prisión son relativamente menores (motín, robo, daño en propiedad ajena). No nos sorprendamos si eso ocurre cualquier día de estos, para que pueda ir a encabezar —aunque sea de presencia— las negociaciones con Gobernación.

“EL POLICÍA DEL IEEPO”

Mal se veían los maestros de la 22 llamando “el policía del IEEPO” al defenestrado Moisés Robles Cruz. Ellos lo aceptaron sin problemas, a pesar de que eran públicos sus antecedentes en la Policía Federal. Robles, al parecer, se fue como parte de las medidas de distensión al conflicto. Lo que nadie ha aclarado es si el nuevo Director es un enviado de la SEP para el largo plazo, o si sólo será un gerente del Instituto en lo que termina la administración.

Sección 22: aunque lo niegue, su poder está menguado

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+ No están en lucha electoral; sus exigencias, de coyuntura

Ayer la Sección 22 sitió la ciudad de Oaxaca pero, aunque lo intentó, no logró hacer la demostración de fuerza que pretendía, y mucho menos el desafío a la reforma educativa que, aunque pobremente, ha mantenido en el discurso. Sí consiguió hacer algunos bloqueos viales; pero según los hechos no hubo aquellas manifestaciones multitudinarias que en otros tiempos organizaban casi en tiempo real. Así, lejos de demostrar fuerza, dejaron ver que carecen de organización, de respaldo de sus bases y de capacidad para incidir en la lucha electoral que ya está en puerta.

En efecto, ayer integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) realizaron bloqueos en carreteras de Oaxaca para presionar al establecimiento de una mesa de negociación con autoridades del Gobierno de Oaxaca. En la capital oaxaqueña, unos 500 maestros bloquearon los cruceros del Periférico y Símbolos Patrios, así como del Parque del Amor.

Asimismo, según la agencia Quadratin, unos 200 maestros bloquearon el crucero del IEEPO, el del Monumento a la Madre y el de 5 Señores, en el sentido rumbo a la Avenida Universidad. Los docentes bloquearon además la carretera internacional Cristóbal Colón, a la altura del puente del PRI. Fuera de la ciudad de Oaxaca, los maestros bloquearon el tránsito en el Puente de Fierro en Tehuantepec, en todos sus sentidos; en Matías Romero, bloqueando el paso Istmo-Cuenca.

En Tapanatepec bloquearon el paso al estado de Chiapas. En Huajuapan, realizaron un bloqueo en el crucero del Chacuaco en la carretera federal 190; en Yucudaa, bloquearon el paso a Tlaxiaco. Por su parte, la Supercarretera está bloqueada a la altura de Nochixtlán. También, los maestros bloquearon la carretera federal 200, tramo Pinotepa-Acapulco, a la altura de la Estancia. Autoridades educativas calculan una participación de 3 mil docentes y personal que busca la regularización.

Con este conjunto de acciones, pareciera que hubo una gran movilización magisterial. Aunque lo cierto es que sólo fueron contingentes relativamente pequeños de profesores los que perpetraron todas las acciones antes descritas. En ese sentido, la apariencia fue que el gobierno decidió ser prudente con los profesores, al no impedir que realizaran los bloqueos. Acaso esto pareció como una forma en la que permitieron que esto sirviera como una especie de válvula de escape para las manifestaciones magisteriales que de todos modos deben ocurrir regularmente.

De hecho, sólo cuando los profesores inconformes comenzaron a tomar acciones violentas, en el crucero del IEEPO, se hizo presente la fuerza pública como una forma también de demostrar que ante la persistencia de las acciones sí podrían entrar en acción. Al final, lo que pareció fue que el gobierno estatal decidió no intervenir directamente en las acciones de la Sección 22, y dejar que sean las disposiciones relacionadas con la reforma educativa las que operen para sancionar a quienes faltaron a clases.

¿Por qué? Porque de inmediato el IEEPO activó diversos canales de comunicación para invitar a la ciudadanía a que realizara la denuncia correspondiente ante el conocimiento de que algún profesor en cada escuela del estado, se ausentó de sus labores docentes para acudir al llamado de la Sección 22. En el fondo, a los gobiernos estatal y federal parece que  tampoco les preocupan mucho las movilizaciones magisteriales, porque según los hechos todas las variables apuntan a que el magisterio demanda atención y no está metida, como en otros tiempos, en la lucha electoral ahora que en Oaxaca todo se prepara para la sucesión de Gobernador, y el cambio de autoridades municipales y legisladores locales.

EXIGENCIAS DE COYUNTURA

Básicamente, la Sección 22 realizó la movilización de ayer para hacer públicas dos demandas: la primera es la instalación de la mesa de diálogo con el gobierno estatal; y la segunda, la exigencia de libertad inmediata e incondicional de los profesores que fueron detenido el año pasado en el marco de la expropiación del IEEPO a la Sección 22. Y de hecho, hubo una tercer demanda implícita: el repudio al anuncio hecho el fin de semana por el gobierno federal, de que tiene tres órdenes de aprehensión más en contra de profesores que retuvieron bienes propiedad del IEEPO, como vehículos y oficinas luego de que se les ordenó entregárselas el año pasado.

¿Qué tiene de particular este conjunto de demandas? Que ninguna trae aparejada, ni implícitamente, la intención de participar o incidir en el proceso electoral, y ni siquiera de constituir una señal de que tienen al menos la intención de tener algún tipo de presencia en éste.

Parece que, en realidad, la Sección 22 enfrenta uno de sus escenarios más adversos al sólo poder demostrar desarticulación, baja convocatoria y, además, una circunstancia en la que el gobierno federal le cambió por completo los factores y las variables de negociación, al pasar del sostenimiento de la paz social y la gobernabilidad en Oaxaca (lo que negociaban todavía el año pasado al más alto nivel), a la demanda actual, casi implorada, de que establezcan una mesa de diálogo con el gobierno estatal, quizá por conducto de la Secretaría General de Gobierno, para plantear algunas cuestiones que evidentemente no pasarían por la negociación de la aplicación de la reforma educativa.

En ese sentido, es significativa la presencia del Secretario de Educación Pública la semana pasada: aquí, a una escuela de la Sección 22, vino a decir que no habrá forma de negociar la reforma educativa y que tampoco se permitirá el condicionamiento de la labor docente a las demandas políticas. Aunque esta fue la respuesta de la Sección 22, quedó claro que ni lejanamente tuvo la fuerza de otros tiempos y mucho menos será capaz de convertirse en una factor para que ahora sí el gobierno estatal, o la federación, decidan establecer canales de comunicación con el magisterio. Al final, parece que su beligerancia sólo los está llevando a abrir al público sus más profundas debilidades actuales.

REHENES

Llama la atención que ahora la Sección 22 ya no denomina como “presos políticos y de conciencia” a los profesores que se encuentra en prisión. Ahora les da la calidad de “rehenes”. ¿Rehenes de quién? Según ellos del gobierno federal. ¿No recordarán que ellos tomaban reiteradamente como rehén a la ciudadanía para —ellos sí— pedir en las negociaciones una especie de rescate? Ahora resulta que el lenguaje del secuestrador, que manejaron permanente, se les vino encima. Increíble.

Para sobrevivir, la Sección 22 debía cambiar su estrategia de lucha

SXXII

+ La agenda magisterial está abultada, pero insistían sólo en necedades


Es trascendental la primera reunión formal sostenida entre la dirigencia de la Sección 22 del SNTE, y funcionarios del IEEPO. Lo es en el ámbito político, porque ello significa el reconocimiento tácito y expreso de la nueva autoridad educativa por parte del ala más dura de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación… pero lo es más porque la agenda magisterial está rebasada de temas que no podían ser abordados por la estéril resistencia magisterial a dialogar, en términos prácticos, con la autoridad educativa.

En efecto, ayer mediante un comunicado se informaba que la Sección 22 había “cedido” a su postura de presión y reconoció como autoridad educativa en el estado al llamado “nuevo IEEPO”. El gobierno de Oaxaca confirmó la reunión con la autoridad educativa y la dirigencia sindical, en la que entregaron una solicitud formal para la realización de una mesa de trabajo con las autoridades del organismo educativo.

Según el boletín, el director del IEEPO, Moisés Robles Cruz, “recibió en sala José Vasconcelos del edificio central de ese instituto, al secretario general del gremio magisterial, Rubén Núñez Ginez, quien estuvo acompañado por miembros de la comisión política, para entregar al funcionario un proyecto de agenda temática con planteamientos de interés gremial, para ser abordada en una eventual reunión de trabajo”.

El comunicado no se refería a algún planteamiento concreto, pero sí dejaba ver la posibilidad de la normalización paulatina de la relación gobierno-sindicato —al menos en lo que toca al ámbito estatal— y ello sería el preámbulo para la posible reanudación del diálogo con la Secretaría de Educación Pública que, para ello, puso como condiciones fundamentales al magisterio oaxaqueño que no condicionara el diálogo al trabajo en las aulas, y estableciera una agenda de trabajo específica para su desahogo sin que ello implicara la negociación de la implementación de la reforma educativa.

En ese sentido, a lo largo de todo el año 2015 hubo una postura radicalizada por parte de la Sección 22 del SNTE, en el sentido de exigir la abrogación de la reforma educativa federal, así como la inaplicación de todos los preceptos, modelos y evaluaciones relacionadas con el nuevo modelo educativo. Esa fue una de las grandes razones por las que la SEP le cerró completamente la puerta al diálogo con la Coordinadora, pero eso se convirtió en una especie de “olla de presión” que derivó en los enfrentamientos del año pasado ante la aplicación de la primera evaluación a los educadores.

Pues resulta que la aplicación de la primera evaluación requirió el desplazamiento de unos 10 mil elementos federales que vinieron a la capital oaxaqueña a resguardar la aplicación de dicho examen. Desde entonces, apuntábamos en este espacio que no sería posible, ni sostenible, si quiera pensar en la posibilidad de que, ante la falta de canales de diálogo, tuvieran que ser miles de elementos los que resguardaran cada una de las muchas evaluaciones que aún se deben evaluar.

Porque si algo queda claro —apuntábamos en nuestra entrega del 25 de noviembre pasado— es que no habrá posibilidad, ni una sola, de que cada evaluación que se realice en las entidades federativas “problemáticas” como Oaxaca o Michoacán, sea resguardada por miles de elementos policiacos, o amenazadas por profesores iracundos que se oponen a la implementación de la reforma educativa. Evidentemente, tanto el Estado, como los profesores de la CNTE, deberán buscar sus respectivos cauces de entendimiento y lucha, para darle viabilidad de mediano plazo a sus derroteros, y para no anclarse a un escenario que en sí mismo no tiene futuro.

¿De qué hablamos? De que los profesores de la Coordinadora deben asumir, con seriedad, que su lucha tiene mucho más de fondo que el solo rechazo a la evaluación. Deben ver, por ejemplo, qué futuro tienen como organización, cómo podrán mantener la base social que tuvieron hasta hace poco tiempo gracias al terror disciplinario que aplicaban sobre sus agremiados; deben reconocer que mientras más tiempo pierdan en estas luchas parciales, más espacio pierden en los espacios educativos de decisión, en los que hasta hace poco tiempo eran nada menos que los amos y señores”.

AGENDA

En esos espacios educativos de decisión, es donde la Sección 22 ya tenía mucho, muchísimo terreno perdido, y era a lo que se tenía que abocar antes que seguir en su empecinamiento testarudo de exigir la abrogación de toda una reforma que no habría de ocurrir. Básicamente, lo necesario era que el sindicato demostrara que está preocupado por la realidad que enfrentan muchos de sus agremiados a los que, les guste o no, les está llegando el momento de enfrentarse a una evaluación que, por decirlo de algún modo, sigue estando muy lejos de ser el instrumento idóneo para medir las capacidades de los profesores.

De hecho, como lo apuntaba el investigador Ángel Díaz Barriga hace algunos meses (bit.ly/20fKL4h), entre los problemas técnicos se puede mencionar un examen de conocimientos que no necesariamente evalúa el desempeño, unas guías de examen que no reflejan ni los contenidos, ni la bibliografía del plan de estudios de la escuela normal. Un examen que no da elementos para medir el desempeño de los docentes frente a sus alumnos. Una solicitud de evidencias con un lenguaje poco académico. Subir ‘evidencias del mejor alumno y del alumno más deficiente’, cuando la psicopedagogía ha mostrado que cada alumno tiene procesos de desarrollo y de conocimiento particulares.

Esos son sólo algunos de los temas que se supone que la Sección 22 tendría que comenzar a debatir con la autoridad educativa. Ello sería la demostración de una organización gremial que asume su realidad, que pondera los planteamientos a futuro de sus representados, y que tiene interés en seguir adelante sin la perniciosa insistencia de ganar cada una de las batallas para ir a enfrentar las siguientes.

UNIDAD

Hoy se tiene programada la firma de un pacto de unidad entre los aspirantes del PRI a la candidatura a Gobernador que, bien lo sabemos, nadie va a respetar. Lamentablemente los polos dentro de ese partido son tan repelentes entre sí que no hay forma de una operación cicatriz real entre los que no sean los elegidos. A partir de hoy quedarán sólo cuatro o cinco días, máximo, para que se anuncie la decisión final. La moneda está en el aire. Nada más.